Un mal muy frecuente en nuestra sociedad es la obesidad, y este mal no sólo se produce entre los humanos. Cada vez existen más mascotas con este mal, ya sea porque se ven forzados a seguir los mismos malos hábitos alimenticios de sus dueños, o por falta de ejercicio, muchos dueños de animales de compañía tienen que comenzar a cuidar su peso, para evitar que sufran los problemas de salud que puede ocasionarles un exceso de peso.
Aunque muchos crean que, una mascota mientras más gordita se ve más graciosa y más saludable, tenemos que pensar el daño que puede hacerle a nuestro gato parecerse a un rechoncho Garfield, o a nuestro perro parecer un mesa con patitas.
En las mascotas, el pelo, en especial si se trata de una raza de perro o gato de pelo largo, puede enmascarar el estado real de animal. Por ello, es necesario que controlemos su peso periódicamente, ya sea en las visitas al veterinario, o subiéndonos con la mascota a la báscula de la casa.
Otra manera de revisar si nuestra mascota está en su peso correcto, es palpar la zona de las costillas, si podemos notarlas sin apretar mucho (y sin que estén demasiado sobresalientes) está en buen estado.
El exceso de peso en un animal, es debido al mismo motivo por el que engordamos los humanos, exceso de comida en proporción al gasto de energía.
Si determinamos, con ayuda del veterinario, que nuestra mascota tiene exceso de peso, no se debe por ningún motivo obligarlos a ayunar para bajar de peso, esto puede ser muy contraproducente, en algunos animales incluso puede provocarles graves lesiones hepáticas. Por el contrario, se debe reducir progresivamente el aporte alimentario sin privarlos de la comida ni un solo día.
La forma de “poner a dieta” a una mascota, es dividir la ración diaria en varias porciones y repartirlas por toda la casa, así el animalito tendrá que hacer ejercicio extra para obtener el alimento. Además de incrementar, ya sea con juegos o salidas diarias, el ejercicio diario de la mascota para que comience a quemar las calorías extras.
Por otro lado, para ayudarlos a combatir o a prevenir el exceso de peso, podemos comprar alimentos bajos en grasas y evitar darles alimentos como quesos, mantequilla, leche, etc.