Los gatos y la Toxoplasmosis

gatito

Uno de los principales miedos (infundados) que mucha gente tiene para criar gatos, es el de contraer la temida toxoplasmosis. La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito, el Toxoplasma gondii.

Si bien se sabe que aunque esta enfermedad parasitaria afecta a casi todas las especies de sangre caliente, incluidos los humanos, los gatos y otros felinos son los únicos huéspedes definitivos de este parásito.

Aunque se trata de una enfermedad muy común, rara vez tiene efectos severos, a menos que el contagio (por primera vez) haya sucedidó (en la mujer) durante el embarazo; en cuyo caso puede ser peligroso para el feto.

Si bien es cierto que entre las fuentes de infección están las heces del gato, esto es algo sólo ocurriría si no se tuviera cuidado con el aseo de la caja de arena de la mascota. Por lo que simplemente con higienizar las bandejas sanitarias del gato con agua hirviendo, cambiar la arena a diario (los huevos de este parásito necesitan 24 horas para ser infectantes) y, en caso de las mujeres embarazas, usar guantes para realizar esta limpieza, es más que suficiente. Además, esta científicamente probado que contraer la toxoplasmosis por contagio de estos animalitos es muy improbable.

La mayoría de las personas que adquieren esta enfermedad, es debido al consumo de alimentos contaminados, por ejemplo: verduras mal lavadas, contaminación de las manos de las personas que preparan la comida, o ingesta de carne cruda o mal cocida.

Pero, no porque esta enfermedad este tan relacionada con los felinos, significa que todos los gatos la tienen. Los gatos también la contraen ya sea al cazar presas con el parásito, por la ingestión de carne cruda. Por lo tanto, es preferible alimentar a lo gatos con productos comerciales secos o húmedos. Se debe tener más cuidado con los gatos de menos de 2 meses, porque es la etapa en la que pueden adquirir el parásito.

Es difícil diagnosticar si un gato tiene la enfermedad, debido a que en la materia fecal sólo elimina el parásito durante 2 semanas en toda su vida (lo que significa menos probabilidades aún de contagio). Los gatos no suelen presentar síntomas clínicos, pero en algunos casos los felinos infectados padecen síntomas similares a la gripe.

En resumen, aunque muchos profesionales médicos mal informados recomienden a las mujeres embarazadas deshacerse de sus gatos, ocasionando que cientos de gatos sean abandonados a su suerte, el gato no es sinónimo de toxoplasmosis, y como vimos, existen más probabilidades de adquirir la enfermedad por otras vías.

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