EL dolor de muela puede llegar a ser una tortura, muchos lo sabrán por haberlo padecido. Y nuestras mascotas, al igual que nosotros, pueden sufrirlo. Los perros en particular son propensos a los problemas dentales. Muchas veces se lastiman las encías al mascar sus huesos y esto puede traerle problemas de infecciones dentarias. Aunque lo más común es la formación de sarro en sus dientes. Esto, aunque parezca algo de menor importancia, traerá como consecuencia afecciones odontológicas que hasta podrían ocasionarle la pérdida de la pieza dental, ya sea naturalmente o por intervención de un odontólogo canino. Este sufrimiento puede evitarse siguiendo algunos consejos muy útiles que se describirán en este artículo.
El sarro en los dientes de los perros
Cepillar los dientes a nuestros perros es una tarea que pasamos por alto muy a menudo. Sin embargo, gracias a ello evitaremos la formación de sarro en sus piezas dentarias. Si no lo hacemos, el proceso de formación de sarro comenzará a partir de una fina capa de bacterias que se adherirán a sus dientes. Sobre esta placa bacteriana se irán depositando paulatinamente minerales que formarán el sarro. Por debajo de esta placa las bacterias estarán a sus anchas para infectar toda la zona, en principio las encías y luego las raíces dentarias
¿Qué hacemos para evitar el sarro?
La principal tarea que tenemos que realizar es lavarle los dientes, aunque nuestro perro se niegue de todas las maneras que conoce. Una buena higiene de la boca del perro tanto con cepillo como con antisépticos de manera periódica es la mejor forma de evitar que se le forme sarro. Lo ideal sería que se los cepillemos a diario, pero si lo hacemos cada dos o tres días, siempre manteniendo la regularidad, los efectos serán también muy buenos.
Es muy aconsejable que el veterinario examine la cavidad bucal de nuestro perro dos veces al año, esto nos indicará si estamos haciendo bien en trabajo de limpieza periódico.
Mi perro ya tiene sarro
Si nuestra mascota ya ha formado sarro no nos quedará otra opción que la visita al veterinario. Nos damos cuenta que posee sarro simplemente observándole las nacientes de los colmillos superiores. En el peor de los casos puede haber incluso fisuras dentarias a causa del trabajo bacteriano. Aunque lo común es una coloración parda de la zona, rugosa al tacto y relativamente elevada con respecto al diente.
El veterinario optará por el mejor tratamiento, aunque lo más probable es que realice una cirugía dental para quitar el sarro mecánicamente. Esto, por supuesto, lo hará con anestesia general.
¿Qué alternativa hay si no podemos cepillarle los dientes?
Cepillarle los dientes a nuestro perro puede ser una tarea muy difícil en muchos casos. Principalmente porque él lo detestará, a pesar de que el dentífrico canino esté saborizado o lo premiemos con mimos y caricias. También ocurrirá que por falta de tiempo no podamos hacer la tarea como corresponde. Existe, afortunadamente, la opción de comprarle alimentos especialmente diseñados para favorecer la higiene bucal del perro, dado que en el acto de masticar, nuestro perro tiene las defensas naturales para eliminar obstrucciones dentarias y evitar la formación de sarro.
Nuestros perros son ciento por ciento dependientes de nosotros. Tengamos presente que al igual que cualquier miembro de la familia, se merecen todos los cuidados que estén a nuestro alcance. Cumplir con su higiene bucal le evitará sufrimientos futuros y nos lo agradecerá en s hermoso idioma de amor y alegría que tanto conocemos.